Ella le había dicho que no, el había negado lo que el quería, el deseo de estar juntos sin compromisos.No porque no quisiera, pensaba que no estaria mal un poquito ese sabor de rechazar a alguien. Ella lo quería demasiado, tanto como para decir que se habia enamorado. Tenía la seguridad de que el al igual lo sabía, pero no estaba de más recordarselo.
Noche tras noche desde aquella vez le mandaba un mensaje deseandole buenas noches y claro haciendo que el no olvidara que lo quería.
Ella se sentía satisfecha y podia dormir sabiendo que el la recordaria en sus sueños.
Cierto día, el le pregunta el porque de sus mensajes, que si quería que no la siguiera tratando de tal manera no se lo hiciera más dificil; lo tenía totalmente confundido.
Consideraba que era un lindo, un tonto pero un lindo a la vez, lo tenía como quería diciendole que la necesitaba, que la quería, que la extrañaba y que lo confundía. Que más podía pedir?
Se divertia tanto, le causa risa como el se llena la cabeza de ideas tan confusas que ni el mismo entiendo.
Aunque fue divertido, no fue suficiente. Le hacía preguntas que cada vez la hacían sentirse más segura del cariño que el sentia hacia ella. Aún asi ella cada que podía le recordaba cuanto lo quería. Queria verlo, al igual el, pero son tan debiles que no se atreven a decirlo, ella ansiaba con tantas ganad verlo, asi que se lo hizo saber. Pudo saber que el tenia las mismas ganas, pero tuvieron que esperar hasta el otro dia para poder verse.
Ella queria verse hermosa para el, queria impresionarlo, de tanto quererlo se demoro más de lo pensado, ya era la hora y ella ni el cabello tenia cepillado, se apresuro lo más que pudo y en diez minutos llegó.
Al momento de entrar recogio su cabellera a la mitad, asi logrando ver si rostro, se sentó y espero que el saliera. Ahí estaba el, tan alto, tan reluciente, tan, tan... perfecto.
Pasaron horas hablando, de lo que fuera.
Cada que el decia algo ella ponia tanta atención, le encantaba el sonido de su voz, dulce, suave, como un sueño eterno.
El se acerco más y más hasta poder rozar su nariz. Ella tenia miedo y a la vez tantas ganas.
Subiendo la mano a su rostro, la besó suavemente, y con la otra mano sobre su espalda presionandola más hacia su cuerpo. Ella pone una mano sobre su pecho indicando un alto que ni siquiera ella quiere pero siente la necesidad. Paran, pero sin alejarse escuchando solo la agitada respiración del otro, sientiendo esas ganas de más, escuchando los acelerados latidos de si mismos y esperando a que algo más suceda, pero no, saben que no esta bien, que deberian ir más tranquilos. Vuelven a unir sus labios en un beso más suave. Se miran a los ojos y simplemente sonrien. Despues de unos minutos de silencio el dice:
-Sabes algo?, Me gustas
-Cuanto?, pregunta ella con una sonrisa traviesa.
-Cuanto crees, como para estar asi?
-No lo se, dimelo tú.
-Mucho, mientras le da un beso en la mejilla
Se ponen a ver la televisión, ella checa la hora, ya habían pasado tres horas desde que llegó y tenia tres llamadas perdidas y dos mensajes sin leer, debía irse de inmediato.
El le ofreció llevarla pero estaba lloviendo tan fuerte que no podía salir, intentandole quitarle la preocupación le da un beso en la mejilla muy cerca de los labios en forma de despedida.